A continuación reproducimos por su gran interés, y con permiso de su autora, la carta que hemos recibido en respuesta a nuestra publicación "Metro sigue considerando que la “Operación Cocheras” puede NO salir adelante y lo refleja en sus presupuestos"
Madrid, 7 de septiembre de 2018
Carta a Madrid Ciudadanía y Patrimonio
Buenos días,
Agradezco mucho toda la labor que hace Madrid Ciudadanía y Patrimonio para preservar las cocheras de Cuatro Caminos. Yo participé en la suscripción para poner la demanda legal para proteger las cocheras. Me gustaría saber cómo va la acción legal y si hay alguna posibilidad de ganar el caso.
Este verano conocí a un arquitecto municipal del Ayuntamiento de Barcelona. Me contó el caso de un antiguo centro agrícola en el barrio de Horta. El centro agrícola no tenía una historia particular, ni un valor artístico destacable. Un promotor tenía licencia de derribo para el centro agrícola con el fin de construir viviendas en dicho emplazamiento. Los vecinos pedían al Ayuntamiento el centro agrícola para hacer en él una escuela de música para el barrio. Educación dio el visto bueno a la escuela de música en el barrio. Con la licencia de derribo ya concedida Ayuntamiento y promotor negociaron, el Ayuntamiento cedió al promotor otro suelo municipal en otro sitio y el centro agrícola se preservó como escuela de música. Los vecinos consiguieron lo que querían.
Esta puede ser una solución para la cooperativa de viviendas de las cocheras. Metro de Madrid tiene más suelo en otros sitios de Madrid donde construir viviendas no represente pérdida de patrimonio ni destrozo a la ciudad, donde se pueda hacer un proyecto humano, respetuoso con la ciudad, con la naturaleza y con la salud de las personas, condiciones que no cumple la torrehorror prevista en Cuatro Caminos.
Los cooperativistas de Cuatro Caminos no tienen un verdadero problema de acceso a la vivienda y si así fuera realmente, cambiar la zona de Madrid no debería ser un impedimento para aceptar esta solución. O acaso en el mercado privado de la vivienda, ¿se puede acceder siempre a la zona deseada? Muchos madrileños quisieran vivir en el centro pero viven en las afueras. Tampoco los beneficiarios de la vivienda social del Ayuntamiento o Comunidad de Madrid eligen zona. Hay determinadas promociones y a quien le toca se siente afortunado.
El interés particular de unos cooperativistas, mal entendido como un problema social de acceso a la vivienda de unos pocos, no puede prevalecer sobre el interés general de crear ciudad, de crear valor para todos, de preservar nuestro patrimonio y hacer de él un motor de desarrollo y conocimiento para la ciudad y para las personas.
Ni políticos ni jueces son propietarios del patrimonio histórico y artístico. Sin embargo vemos continuamente decisiones del Ayuntamiento en contra del patrimonio de Madrid. En los años 60 y 70 el derribo de los palacetes de La Castellana y recientemente el destrozo de Canalejas o la demolición del TAP, por citar solo algunos ejemplos. Tampoco ni las leyes ni los jueces han sabido proteger a tiempo esta riqueza de todos.
Creo, que además de las muy buenas iniciativas en marcha para defender las cocheras, deberíamos hacer una gran manifestación o asamblea pública con un mensaje claro de conservación y transformación cultural de las cocheras, a fin de que políticos y jueces sientan el parecer de los verdaderos dueños del patrimonio histórico de la ciudad, es decir, el parecer de los ciudadanos y vecinos de Madrid. Políticos y jueces deberían sentir la presión social e integrar la preservación del patrimonio histórico en su día a día como algo indiscutible, como lo es cada vez más la preservación del medio ambiente. En algún momento tiene que haber un punto de inflexión para revertir la falta de conciencia y sensibilidad en el valor del patrimonio y el éxito de la conservación de las cocheras podría serlo.
Creo que también se podría escribir una carta al Presidente de Metro, al Presidente de la Comunidad de Madrid (de quien depende Metro) y al Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades con una petición clara de preservación y transformación cultural de las cocheras, como Museo de Metro y como otra experiencia de éxito como Matadero de Madrid pero relacionada con la ciencia y la tecnología, dado el entorno de ejemplo pionero de arquitectura industrial y de historia de un desarrollo tecnológico en la ciudad. Se podría crear un nuevo espacio donde puedan aflorar tantas iniciativas particulares para divulgar la ciencia o propiciar la innovación y desarrollo tecnológicos a partir del conocimiento y la experimentación, iniciativas que en un principio pueden ser muy pequeñas pero que quizás acaben aportando mucho valor a la sociedad.
No confío en que el Ayuntamiento de Madrid cambie de parecer en relación con la demolición de las cocheras, ya ha empezado a dar luz verde a las viviendas. Lo mismo sucedió en el TPA. Por este motivo escribo estas sugerencias por si quieren ser consideradas.
Para terminar esta carta comparto la experiencia de la ciudad francesa de Brest, que acaba de rehabilitar y transformar los antiguos astilleros del puerto de la ciudad en un gran centro cultural del que todos los habitantes de Brest se sienten orgullosos y disfrutan cuanto pueden:
https://www.facebook.com/LesAteliersDesCapucinsBrest/
https://www.vinci-construction.fr/rehabilitation-ateliers-capucins-brest-29
Los vecinos de Sutton Place en Manhattan, Nueva York, también han puesto recientemente una demanda judicial para parar la construcción de una torre concebida por “Foster + Partners”. Es una torre excesivamente alta que rompe la estética del barrio y que no respeta el estilo histórico de edificios exclusivamente de ladrillo:
https://archpaper.com/2018/08/foster-sutton-place-lawsuit/
Muchas gracias de nuevo a Madrid Ciudadanía y Patrimonio por su inestimable labor.
Un cordial saludo,
Rosario
Socia de Madrid Ciudadanía y Patrimonio
Comentarios1
No mas atentados contra el Patrimonio
Completamente de acuerdo con Rosario. Madrid necesita recuperar el poco patrimonio que le está quedando, evitar más destrucción de edificios de valor histórico artístico y construir con estética, armonía, proporciones y respetando el entorno, lo que va contra todo esto es demoler edificios históricos para plantar torres que afean la ciudad de todos y solo sirven para engrosar las cuentas particulares de las constructoras.